Te miro, sonrío y me pregunto: ¿Cómo haces para gustarme tanto?

Te miro, sonrió y me pregunto: ¿Como haces para gustarme tanto? y a la vez me contesto solo, se que es tu forma de ser conmigo, lo que me tiene embobado, te has vuelto imprescindible en mi vida, que no imagino la vida sin estar sin ti.

Te has vuelto tan preciada como lo es el oxigeno que respiro, que al no estar aquí conmigo, me llego a asfixiar, eres toda una necesidad mi, para seguir sintiéndome vivo, que tan solo de pensar que me dejes algún día, me empiezo a angustiar.
